AFP. Santiago de Cuba. El restablecimiento de relaciones entre Cuba y Estados Unidos es un reconocimiento y una muestra de respeto de Washington hacia la isla, opinó Elián González, protagonista hace 15 años, como niño balsero, de una disputa que involucró a ambos países.
“El establecimiento de relaciones a nivel de embajada es un medidor de lo que ha sido la revolución cubana a lo largo de la historia, de que ya se ha ganado el respeto y el reconocimiento del gobierno norteamericano”, dijo a la AFP González, ahora de 21 años, en visita a Santiago de Cuba, 900 kilómetros al sureste de La Habana.
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Enfatizó que “aunque ellos (Washington) sigan criticando nuestro modelo, sigan criticando como ellos dicen, a los (Fidel y Raúl) Castro, esto ha sido reconocer que han tenido una política fallida” durante medio siglo hacia la isla.
González y su padre Juan Miguel González son parte de los invitados a Santiago de Cuba para celebrar los 500 años de fundación de la segunda ciudad cubana y el 62 aniversario del ataque al cuartel Moncada, considerado el inicio de la revolución que encabezaron Fidel y Raúl Castro.
“Por mucho que trataron de aislarla, Cuba se engrandeció y los que estaban aislados eran ellos” (Estados Unidos), dijo González, quien coincidió con los cinco agentes cubanos excarcelados por Estados Unidos, en una visita a la tumba del Héroe Nacional José Martí, en el cementerio de Santa Ifigenia.
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González consideró que “no ha sido en vano la resistencia, la tenacidad, la lucha del pueblo cubano” en su posición política, pues al cabo de medio siglo el presidente Barack Obama reconoció la política errada de Washington y decidió restablecer relaciones el 20 de julio.
Sobreviviente. Elián González sobrevivió a un naufragio en noviembre de 1999, cuando su madre salió de Cuba ilegalmente en una pequeña embarcación hacia Estados Unidos, en compañía de otras personas.
Rescatado por los guardacostas y entregado a sus familiares en Miami, Florida, se convirtió en centro de una disputa entre el exilio anticastrista de Miami y el gobierno cubano y sus partidarios, que apoyaron a su padre Juan Miguel en su petición de repatriación.
La saga provocó grandes manifestaciones de apoyo a Juan Miguel en Cuba, y fuertes réplicas en Miami.
La polémia historia concluyó en junio del 2000 cuando las autoridades migratorias norteamericanos hicieron un espectacular rescate del niño, lo entregaron a su padre y los autorizaron a regresar a Cuba.